Ante una nueva conmemoración del Día del Migrante, es oportuno recordar, agradecer, ser solidarios y hospitalarios con quienes llegan desde otros países. Con quienes nos brindan cada día la posibilidad de ser mejores, de transformarnos en seres capaces de aceptar lo diferente, de ser más flexibles y de ver la riqueza en el otro.
Cada ciudad no es Una por ser homogénea, sino por incluir lo diferente.
Creemos que la riqueza sólo puede surgir del intercambio cultural, que es la base sobre la cual se ha construido y se siguen construyendo nuestras ciudades.
Tenemos que seguir avanzando en la búsqueda de formas que garanticen el ejercicio de los derechos, y sobre todo la promoción de una buena vecindad, que es lo que hace posible que cada vecino encuentre lo mejor en su vida cotidiana. Y la buena vecindad no se construye solo con migrantes, sino simplemente entre vecinos.
En un momento en que en el mundo, millones de personas se desplazan o son desplazadas y muchas veces encuentran o atraviesan situaciones diametralmente opuestas a lo que establecen las leyes y acuerdos internacionales, tenemos que estar alertas para que tanto sufrimiento sirva y se genere una alarma que recuerde al ser humano lo inaceptable de dicha situación y un nuevo giro promueva puentes y cambios hacia rumbos mejores.
Deseamos que este día aporte una nueva brisa que ayude a la construcción de ciudades creativas que encuentren nuevos caminos o mejoren los existentes para que cada migrante pueda convivir plenamente.
18 de diciembre de 2016
Presidencia de la Coalición Latinoamericana y Caribeña de ciudades contra el Racismo, la Discriminación y la Xenofobia
Intendencia de Montevideo
Secretaría de Equidad Étnico Racial y Poblaciones Migrantes